Las mejores ruedas nacen de los mejores ingredientes. Transformar esos ingredientes en la rueda perfecta es un arte que solo unas pocas personas consiguen dominar. El secreto del rendimiento y la fiabilidad de cada una de nuestras ruedas radica, en parte, en nuestras instalaciones de fabricación.
Nuestra fábrica se asemeja más a un laboratorio que a una cadena de producción. En ella, combinamos maquinaria de vanguardia con el toque humano, para garantizar que el resultado final sea simplemente perfecto.
PRECISIÓN MECÁNICA
Nuestra maquinaria patentada garantiza que la fabricación de cada rueda comience del mismo modo, con el mismo número de revoluciones en cada cabecilla y el mismo nivel de tensión en cada radio.
Automatizando esta fase de fabricación incrementamos sustancialmente la eficiencia y la precisión.
EL AJUSTE PERFECTO
El toque humano es esencial en la fase final de fabricación. Aquí es donde las personas altamente capacitadas invierten todo el tiempo necesario para asegurar el resultado final.
Cada rueda se monta teniendo en cuenta las tolerancias más estrictas, tanto de desplazamiento vertical, como lateral; así como para asegurar la tensión homogenea y adecuada de los radios.